miércoles, 5 de enero de 2011

BLACK SWAN

La Rumu y yo decidimos que la primera película que veríamos en el 2011 sería BLACK SWAN: lo nuevo de Darren Aronofsky. ¡Quedamos boquiabiertos!

En 1998 vi una extraña película en blanco y negro de un director desconocido cuyo protagonista era un genio matemático que sufría de migrañas y con un título bastante llamativo: PI, EL ORDEN DEL CAOS. Apunté mentalmente el nombre de Darren Aronofsky y en el 2000 me cautivó con RÉQUIEM POR UN SUEÑO. Con apenas dos películas ya era su ferviente seguidor. En el 2006, con LA FUENTE DE LA VIDA, apretujó mi corazón y, por fin, en el 2008 se le reconoció su genialidad con EL LUCHADOR.

Ahora es el turno de BLACK SWAN (en México se exhibirá hasta Febrero), la historia de una bailarina de ballet, Nina Sayers (Natalie Portman), que lucha por conseguir el papel principal en El lago de los cisnes.

Así como en El luchador nos mostró lo que hay detrás del mundo de la lucha libre, En Black swan Aronofsky hace lo mismo con el mundo del ballet: vemos a Nina siguiendo una dieta (bastante) rigurosa, "arreglando" sus zapatillas, calentando, practicando las coreografías, lesionándose, visitando al doctor...

Nina es una chica "aniñada" que le dedica toda su vida al ballet. Vive con su posesiva madre, Erica (Barbara Hershey), una ex bailarina que abandonó su carrera cuando quedó embarazada de Nina y que vive su sueño fallido a través de su hija.

Thomas Leroy (Vincent Cassel), director artístico de la compañía de ballet de NY, decide darle una bocanada de aire fresco a la compañía y despide a la veterana prima ballerina Beth MacIntyre (Wynona Ryder) y comienza una dura selección para ocupar su lugar en El lago de los cisnes.


Nina encaja perfecto para el papel del cisne blanco: hermosa, frágil, perfecta... pero no tiene lo suficiente para encarnar al cisne negro, que encaja como anillo al dedo con la personalidad desenfadada de Lily (Mila Kunis), bailarina recién llegada de San Francisco. Nina tendrá que demostrar que puede con el papel.

Darren Aronofsky se ha distinguido por sus excelentes "castings" y por sacarle el máximo provecho a las actuaciones de sus protagonistas (basta recordar a Jared Leto, Ellen Burstyn, Jennifer Connelly, Hugh Jackman, Rachel Weisz, Mickey Rourke y Marisa Tomei). En Black swan, tanto Natalie Portman como Barbara Hershey, impresionan.

Aunque no tan drástico como Christian Bale en El maquinista, Natalie Portman bajó de peso para encarnar a Nina: brazos y piernas delgados, "pechoniño", rasgos faciales afilados, pómulos salidos... además de aprender los oficios de una bailarina. En su mirada, en sus movimientos podemos ver a esa niña-mujer con inseguridades, con tics nerviosos cuyo único deseo es ser perfecta. Para lograrlo tendrá que dejar de ser un frágil cisne blanco y convertirse en un salvaje cisne negro. Su actuación ya ha ganado premios y está nominada para varios más.

Barbara Hershey hace tan bien su papel de mamá posesiva/obsesiva que llegas a odiarla, Mila Kunis, sí, la chica fresa de That 70´s show, te confunde con su actuación alivianada, sensual y misteriosa, a Vincent Cassel le queda perfecto el papel de hombre poderoso, perfeccionista, donjuán, y Wynona Ryder, en su breve aparición, transmite la impotencia de ser desechado como un simple objeto.

La música a cargo de Clint Mansell (compositor de cabecera de Aronofsky y de otras joyitas como Suspect Zero y Moon) es impresionante: le da un toque más oscuro a la música original de El lago de los cisnes.

La fotografía, o cinematografía de Matthew Libatique (que sólo ha faltado en El luchador) juega de forma exquisita con los blancos y los negros. Y los efectos visuales son perfectos.

BLACK SWAN es una película altamente recomendable.

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